lunes, 29 de septiembre de 2003

Recuerdo a profesor Mario Hiriart fue hito en el Día de San Agustín

El descubrimiento de una placa en honor al ex-alumno de esta Unidad Académica profesor Mario Hiriart (1931 - 1964), quien se encuentra en proceso de canonización, fue uno de los momentos más importantes del día en que la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica celebra a su Patrono, San Agustín.

Con la presencia del Rector, Dr. Pedro Pablo Rosso, del Decano de la Facultad de Ingeniería Dr. Aldo Cipriano, del Presidente de FIUC, Sr. Sergio Cavagnaro, profesores, ex-alumnos, alumnos y administrativos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, se conmemoró, el jueves 28 de agosto, el día de San Agustín.

La ceremonia comenzó con una Misa oficiada por el Padre Carlos Cox, en el Templo del Campus San Joaquín, para luego pasar al que fuera el acontecimiento del día, el descubrimiento de una placa en honor al ex-alumno perteneciente a esta Casa de Estudios, Ingeniero y profesor Sr. Mario Hiriart, para quien se encuentra próximo a cerrarse la fase diocesana del proceso de canonización. Durante el solemne acto, el profesor del Departamento de Ingeniería de Transporte, Dr. Juan Enrique Coeymans, se refirió al Ingeniero Hiriart, destacando: “Tener un Santo en nuestras filas marca nuestro nicho y nuestra misión diferenciadora con otras Escuelas de Ingeniería. No es sólo la excelencia académica la que nos debe distinguir; lo más importante es que queremos formar ingenieros que lleven la impronta de un humanismo amplio y abierto a la trascendencia. Ingenieros que miren al hombre y a la sociedad con las categorías dignificadoras de la Misión
Cristiana”.

Discursos y reconocimientos

El día de San Agustín estuvo marcado también por la ceremonia de entrega de reconocimientos a los profesores que en el último año destacaron en docencia, investigación y extensión, así como a profesores de jornada parcial que han demostrado dedicación y compromiso con la actividad docente. La FIUC por su parte entregó un reconocimiento a los ingenieros ex–alumnos de la UC, que ya cumplieron 50 años de egresados.

El Decano, Dr. Aldo Cipriano, presentó un resumen de las actividades realizadas en Docencia de Pregrado, Postgrado, Investigación e Innovación, Extensión, Infraestructura y Planta Académica. Los discursos realizados durante el evento corrieron por parte del Presidente de la FIUC, Sr. Sergio Cavagnaro, el ex–alumno Sr. Renato Buchheisteer Fluhmann y el Presidente del CAI, Sr. Tristán Riquelme.

Finalmente, los asistentes compartieron un cóctel donde dialogaron sobre la importancia de este día para la Escuela de Ingeniería y la trascendencia del ex–alumno Mario Hiriart.

La canonización del Ingeniero Mario Hiriart

El proceso de canonización de Mario Hiriart está próximo a cerrar la fase diocesana, esto es, la recopilación de todos los documentos requeridos para enviarlos ya a Roma. Se están preparando, según formatos y normas establecidas, las declaraciones de todos los testigos, los escritos y cartas de Mario, su biografía, los informes especiales, el diario de vida, documentos personales desde su certificado de nacimiento hasta su defunción. Hasta el momento, suman 6000 páginas.
Mayores informaciones en el sitio: www.mariohiriart.cl


Durante la Misa, el Presidente de FIUC, Sr. Sergio Cavagnaro, el Decano de la Facultad de Ingeniería Dr. Aldo Cipriano y el Rector de la UC, Dr. Pedro Pablo Rosso.


El descubrimiento de una placa en honor al ex-alumno de esta Unidad Académica profesor Mario Hiriart (1931 - 1964), quien se encuentra en Proceso de Canonización, fue uno de los momentos más importantes del día en que la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica celebra a su Patrono, San Agustín.


Autoridades de la Escuela de Ingeniería y de la Universidad observando el descubrimiento de la placa en honor a Mario Hiriart.


El Padre Carlos Cox durante el momento de la bendición de la placa.


Ingenieros, ex-alumnos de esta Unidad Académica, egresados en el año 1953.


El Rector, Dr. Rosso y el Decano, Dr. Cipriano, entregan un reconocimiento al profesor Dr. Valdimir Marianov


Reconocimiento entregado por el Presidente de FIUC. SR. Cavagnaro y Rector Dr. Rosso, a ex-alumnos de la Escuela de Ingeniería.

Enrique Quevedo, periodista
equevedo@ing.puc.cl

Palabras del Ingeniero Sr. Sergio Cavagnaro, Presidente de la Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica, FIUC.

Que distinto fue el Chile que Uds., estimados colegas, enfrentaron hace 50 años cuando egresaban de esta querida Universidad para emprender el desafío de ser ingenieros. En ese entonces Chile ciertamente era un país aislado, con poca proyección al mundo y por cierto sin los términos tan corrientes hoy en nuestro lenguaje cotidiano como: televisión, globalización, internet, informática, celulares, smog y tantos otros.

Grandes han sido los cambios en medio siglo. Cabe entonces preguntarnos, ¿cuánto hemos realmente progresado? Pareciera sin embargo, que la respuesta ya no es tan simple, porque sin duda también en estos últimos 50 años hemos vivido a nivel mundial una creciente degradación del ser humano, de la sociedad y de la familia misma. Desgraciadamente Chile no ha quedado al margen de ello. En particular la prensa y los medios nos han informado de diversas irregularidades en sectores público y privado, que han preocupado a la ciudadanía.

Surge entonces la siguiente pregunta : ¿por qué cuándo la naturaleza y las ciencias se rinden a los pies del hombre, por otro lado y con la misma vehemencia vamos perdiendo en calidad de vida, en alegría de vivir, en fraternal unidad?

Pareciera ser que la respuesta está en la loca carrera por lograr el éxito personal, desenfrenado y egoísta. En buscar que el mundo se rinda a nuestros pies y que para conseguirlo, todo está permitido y no hay obstáculo alguno que no deba ser destrozado, ya no sólo superado. Es la doctrina de el tener sobre el ser. Es la falta de capacidad de reconocernos criaturas perecederas que no tenemos más sentido que cumplir, que amar a Dios y amar al prójimo, para felicidad en este tiempo y vida eterna a continuación.

Pues bien estimados colegas, ¿ por qué me refiero a todo esto? Precisamente para destacar que uno de ustedes, uno de los nuestros, hizo con su vida exactamente lo contrario a lo que pareciera que la corriente actual quisiera llevarnos. Si, Mario Hiriart Pulido; Uds. lo conocieron bien.

Mario es un gran ejemplo para los ingenieros y queremos que sirva de faro en estos días. Su legado, desgraciadamente aún poco conocido entre nosotros, es ciertamente una clave para construir un mundo mejor.

Así también Uds. durante todo este medio siglo han contribuido a crear un Chile mejor. Se los agradecemos y hoy les pedimos que jamás den por terminada esta tarea. La Fundación de Ingenieros –FIUC-, los acoge para que continúen traspasando su saber, experiencia y valores a las nuevas generaciones de ingenieros. Como miembros de FIUC nos hemos impuesto tres tareas fundamentales a las cuales los invitamos fervientemente:

  • a primera es servir de punto de encuentro de los ingenieros U.C., donde todos tengan lugar para opinar y para desarrollar una sana camaradería.
  • a segunda es colaborar con la Escuela de Ingeniería en definir que es lo que Chile necesita como ingenieros, garantizando así un pleno aprovechamiento profesional y por cierto una mayor realización personal y,
    -La tercera, es lo relativo al ámbito social y espiritual que se manifiesta en becas para estudiantes meritorios de escasos recursos, pero sobre todo en definir, transmitir y resguardar los valores y la ética profesional del Ingeniero U.C.
Éste último aspecto, el de la ética, es quizá el más delicado y más necesario hoy en día. Relajarnos en esto es botar a la basura nuestro cartón y nuestro prestigio.

Hace poco hemos visto bullados casos en Estados Unidos y no menos escandalosos en Chile, a los que conduce el trabajar sin ética. A eso debemos rebelarnos con toda nuestra capacidad y esfuerzo.

Es una tarea importante en la que todos caben y valen. Particularmente es un deber de aquellos que, como Uds. han logrado conservar con su ejemplo la dignidad del ser humano.

Uds. han sobrevivido y con éxito a un mundo complejo y amenazante. Tienen también un deber con las nuevas generaciones y ellas lo demandan. Que doloroso sería si lo que un gran general francés del siglo XVIII fuera cierto, él decía: “para domesticar a los hombres basta con corromperlos”.

Hago entonces un llamado a nuestro Rector, a nuestro Decano y a todos Uds., integrantes de la Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica, para que sentemos las bases de la Ética del Ingeniero, con derechos y deberes, que estipule con claridad y firmeza qué es lo que queremos de nuestros colegas, cómo queremos que nos vea la sociedad y cuáles son los valores que creemos y queremos defender.

El llamado es en particular a Uds. que enteran medio siglo de actividad profesional para que en el futuro inmediato procuren estrechar su vinculación a nuestra Fundación. Por de pronto tendremos la oportunidad de volvernos a reunir todos los ingenieros U.C., el día 4 de noviembre, en la tradicional comida anual de camaradería.

Finalmente quisiera agradecerles su presencia y pido a Dios que a todos Uds. nos ilumina y a San Agustín nuestro santo patrono, nos de la inteligencia, capacidad y perseverancia para hacer de Chile un hogar cada día más acogedor, en el cual los ingenieros U.C. tomen con fuerza y decisión el ejemplo de vida de hombres tan notables como fue nuestro colega Mario Hiriart.


Muchas gracias.

Discurso de Hernán de Solminihac, decano de la Facultad de Ingeniería

Celebracíon San Agustín

Señor Sergio Cavagnaro, presidente de la Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica.
Miembros directivos de las distintas instancias de nuestra Escuela.
Representantes de la Fundación San Agustín y DICTUC.
Profesores de la Escuela.
Generación 1954 y alumnos.
Funcionarios.
Amigos y amigas.

La solemnidad de esta celebración de aniversario de la Escuela de Ingeniería, tiene para cada uno de nosotros objetivos comunes: sentirnos parte de un establecimiento, que lo distinguen en su trabajo académico, como son su inspiración cristiana, no excluyente, y con un sentido de servicio al país y a su gente.

En sus 116 años de existencia, nuestra escuela ha entregado decenas de generaciones de ingenieros al país, que se han desempeñado en las más diversas actividades. En muchas de estas, el aporte de los ingenieros de la Universidad Católica, ha significado la construcción y desarrollo de obras duraderas, que han trascendido en la historia del último siglo. Algunos ejemplos de esto son: las primeras transmisiones de televisión de la Universidad; diversas obras viales; transferencia de nuevas tecnologías para los sectores productivo y energético. Hoy, debido a las exigencias del desarrollo, el campo de desempeño de nuestros ingenieros se amplía a otras áreas como son: la gestión, la informática, la educación, la medicina y la agricultura, entre muchos otros.

La demanda por un alto nivel de formación ha llevado al crecimiento de esta Escuela en su infraestructura y en sus actividades docente y de investigación. Actualmente, tenemos alrededor de 3.000 alumnos de pregrado y cerca de 300 de postgrado que siguen cursos regulares en más de 21.000 metros cuadrados, sin considerar las salas de clases; con 100 profesores de jornada completa y 150 de jornada parcial, aproximadamente.

Para que tengamos una estimación del crecimiento de nuestra Escuela les contaré que en la promoción 2003 recibieron su título profesional 442 ingenieros, mientras que en sus inicios los titulados no pasaban de un promedio de 6 por año. En tanto, la generación que hoy cumple 50 años fue de 30 egresados.

Es clara la complejidad que ha ido adquiriendo en su historia nuestra Escuela. Hace pocos días efectuamos un importante encuentro de la familia de Ingeniería en Marbella. Su objetivo fue participar en un taller sobre estrategia de desarrollo para la Escuela. El trabajo se realizó en un ambiente de optimismo, de nuevas ideas y proposiciones donde ex alumnos, profesores, alumnos y autoridades compartieron sus propias visiones. También participaron las instituciones relacionadas con la Escuela como DICTUC, la Fundación San Agustín y la FIUC.

La Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica, es una institución que hace 52 años acompaña a la Escuela en su progreso, estrechando su relación a través de diversas actividades de apoyo. Hoy 4 representantes de la Escuela son miembros del Consejo de la FIUC y la publicación IngenieríaUC, que comenzó a circular este mes, es un esfuerzo entre la Escuela y la FIUC.
Invito a los ex alumnos a continuar colaborando con nuestra Escuela. De ustedes depende, en buena medida, que sigamos progresando y manteniendo la posición de liderazgo que hemos alcanzado.

Les contaré que esto último es reconocido por diversas instancias e instituciones nacionales. Sólo ayer nos fue confirmado el otorgamiento del premio de la Sociedad Chilena de Educación en Ingeniería. El reconocimiento nos fue concedido sobre la base de tres atributos:

  • El liderazgo nacional asumido por la institución en la certificación internacional de sus carreras;
  • Los aportes que sus profesores y egresados han hecho, en diversas instancias de intercambio, a la educación en ingeniería nacional y;
  • La constante superación y niveles de calidad educativa alcanzados, que han servido de valioso referente a otras facultades de Ingeniería nacionales.
En el mes de octubre se hará la entrega oficial con motivo de la clausura del Congreso de Educación en Ingeniería que se efectuará en Concepción.

Sin embargo, nuestra Escuela ha obtenido también otros logros en su centenaria trayectoria. Por sus edificios y salas han pasado estudiantes que más allá de sus méritos académicos y profesionales se han destacado por sus virtudes personales y espirituales. Se trata de algunos casos excepcionales que alumbran la vida de quienes están cerca de ellos y engrandecen a las instituciones donde han permanecido.

Hace poco más de 50 años, se tituló de ingeniero Mario Hiriart Pulido, quien sobresalió entre sus pares tanto por sus capacidades intelectuales como por sus virtudes humanas. Mario trabajó en CORFO y posteriormente retornó a su Escuela como profesor y subdirector de la Facultad de Ingeniería.

Fue un hombre consecuente con su creencia en Dios y con los principios cristianos. Tanto en su vida profesional como en su vida personal buscó el equilibrio y la coherencia. Fue un ingeniero que buscó la santidad, como él decía, “en la vida diaria”.

Mario Hiriart murió a los 33 años de edad, pero sus acciones y su testimonio fueron la semilla que germinó en la vida de muchas personas tanto en Chile como fuera de él. Sus antecedentes han sido estudiados en nuestro país y corresponderá luego que ellos sean vistos en Roma para continuar su causa.

Entre nosotros se encuentran hoy los miembros de la promoción 1954 quienes cumplen 50 años de egreso. Es probable que varios de ustedes hayan conocido a Mario Hiriart y compartido con él. Vaya para ustedes nuestras felicitaciones por la trayectoria profesional que han llevado y por haber tenido el privilegio de tener entre sus pares a un hombre virtuoso que hoy posee el título de Siervo de Dios.

Estimados profesores, ingenieros y estudiantes; Mario Hiriart representa ciertos valores que se identifican plenamente con la formación que la Escuela de Ingeniería busca entregar a sus egresados, que tiene que ver con un ejercicio profesional basado en una conducta ética al servicio de la sociedad en su conjunto, promoviendo el desarrollo y dignidad de las personas, a través del mejoramiento de las condiciones de vida.

Esto que parece demasiado amplio, no lo es, al momento del ejercicio profesional, de la investigación, la docencia y la práctica, cuando cada uno de nosotros, se ve enfrentado a hacer las cosas según el mínimo exigido o, por el contrario, a hacer las cosas poniendo todo nuestro empeño en un buen resultado. Trabajar pensando en el prójimo y en el máximo beneficio social, debe ser siempre un norte que nos lleve a la acción.

En esto último reside la importancia del reconocimiento, que en esta fecha de celebración de la Escuela entregamos a algunos miembros de nuestra familia de ingeniería. Por su trayectoria, a los profesionales que cumplieron 50 años de ejercicio; en reconocimiento a la docencia se premiará a profesores de jornada parcial; en reconocimiento a la docencia, la investigación y la extensión a profesores de jornada completa; en tanto, el Centro de Alumnos entregará reconocimientos a organizaciones de estudiantes de la Escuela que se hayan destacado en su quehacer.

En este nuevo aniversario, los convoco a renovar con energía nuestro compromiso con los objetivos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, los que apuntan a entregar la mejor formación profesional y valórica a los futuros ingenieros, para que sirvan a nuestro país y sean capaces de dar oportunidades de desarrollo a quienes hoy no las tienen.

Por el significado que tiene esta ocasión, aprovecho para instarlos a darse un tiempo diario para pensar en nuestras actividades y ver la forma de orientarlas a un mejoramiento de nuestro quehacer y de nuestras vidas.


Muchas gracias.

Profesor Juan Enrique Coeymans se refirió al Ingeniero Hiriart

Palabras del profesor Juan Enrique Coeymans en la ceremonia de inauguración de la placa en memoria del Ingeniero y Siervo de Dios Mario Hiriart, donada por la Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica de Chile, FIUC.

Sra y sres

El año 1945 terminaba la segunda guerra mundial y Europa se encontraba en escombros, escombros físicos y morales.

Tres católicos, políticos demócrata cristianos europeos, Robert Schuman en Francia, Alcide de Gasperi en Italia y Conrad Adenauer en Alemania, son nombrados primeros Ministros de sus respectivos países.

Esos tres políticos, sueñan con terminar esa inacabable historia de guerras en Europa por siglos, y dan comienzo a un sueño: la comunidad económica europea: la Unión Europea de hoy, fue fundada por ellos. Dos de esos políticos primeros ministros están en proceso de beatificación: Robert Schuman y Alcide de Gasperi… Junto con ellos hay un conjunto de otros políticos acompañantes en esa epopeya, para los cuales también Roma ha abierto sus procesos de beatificación. Puede decirse, que la Unión Europea, uno de los hechos históricos mas fundamentales e importantes de los últimos siglos en Occidente, se funda y se construye, sobre los hombros no solo de cristianos sino que de santos.

Nuestra Escuela y nuestra universidad, también es obra de cristianos visionarios de fines del siglo XIX. La nueva Escuela, la que conocemos hoy, comienza en 1960. Es obra de Raúl Devés, y de muchos otros entre ellos Mario Hiriart, quien es uno de los primeros en ser contratados como jornada completa, una novedad para la época. Que Mario esté en proceso de canonización, es un llamado a recordar que nuestra Escuela es obra de cristianos acompañados por hombres de buena voluntad de toda creencia, pero descansa también sobre los hombros así lo esperamos, de un santo.

Parece un sino, que las obras grandes, se construyan con la ayuda de santos.

La Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica ha querido colocar este primer y sencillo recuerdo en nuestra Escuela, para traer a nuestra consideración cosas importantes.

La primera, que es posible ser ingeniero y humanista. Que no hay contradicción. Que la tecnociencia, que eso es la ingeniería, lejos de deshumanizar, bien empleada dirigida y usada, es causa de la humanización. Ninguno de los humanistas que alegan en contra el desarrollo científico tecnológico estaría vivo si no hubiese existido dicho desarrollo científico y tecnológico. Mario Hiriart era un apasionado de la unión humanismo e ingeniería. Era un ingeniero y un humanista. Y en su persona, produjo una síntesis hermosa entre ambos mundos aparentemente distanciados y sospechosos uno del otro.

Tengo el documento trabajado por una comisión integrada entre otros por el siervo de Dios, pero en la que se descubre el estilo de redacción de Mario, en el cual plantea la creación de un departamento Humanístico en la Escuela de Ingeniería allá por el año 1961, que fue pionero en Latinoamérica, y toda una concepción de lo que debería ser la formación integral de los ingenieros. Ese Departamento fue muy fecundo y funcionó hasta 1968, donde en aras de lo mejor, abrir la Universidad entera con todos sus cursos a nuestros alumnos, se destruyó lo bueno que había.

El segundo significado de esta placa, es que tener un futuro santo en nuestras filas, muestra nuestro nicho y nuestra tarea y misión diferenciadora con respecto a otras Escuelas de Ingeniería. No es solo la excelencia académica lo que nos debe distinguir, por cierto que nos importará siempre, pero lo más importante, es que queremos formar ingenieros, que lleven la impronta de un humanismo amplio y abierto a la trascendencia, ingenieros que miren al hombre y la sociedad con las categorías dignificadoras de la visión cristiana.

Mario Hiriart es el símbolo que nuestros alumnos, no pueden ser formados solamente para ganar plata, sino para crear empresas y dar trabajo, para dignificar a nuestro pueblo, y en las actuales circunstancias de Chile y por varios decenios en este siglo XXI, para superar la pobreza.

Por último, y no lo menos importante, Mario quiere recordarnos, que nuestra morada está en la tierra durante un tiempo, pero que estamos llamados a la eternidad, y nuestro corazón, confesémoslo o no, tiene hambre de Dios y de infinito.

A nombre del Fundación Mario Hiriart, quisiera agradecer a la Fundación de Ingenieros por este primer regalo para recordar al siervo de Dios Mario Hiriart (la sutileza del primer regalo es porque espero que cuando sea declarado venerable tengamos una estatua en nuestro Campus...).

Cuando FIUC, nos regala esta placa recordatoria cumple una tarea importante: que seamos agradecidos con lo que Dios nos ha regalado durante mas de un siglo como Escuela, y seamos concientes de nuestra tarea educadora.

Que contemplar esta placa del siervo de Dios nos recuerde a profesores y alumnos, que en esta Escuela estamos para tareas grandes que nos sobrepasan, pero que con la ayuda de Dios, es posible alcanzarlas.

Muchas gracias.

JUAN ENRIQUE COEYMANS AVARIA

Juan Enrique Coeymans Avaria

Profesor Titular

Profesor del Departamento de Ingeniería de Transporte y Logística

Gerente de Coordinación de Consultorías Complejas, DICTUC S.A.

Especialidad: Simulación de Trafico, optimizacion de semáforos,teoria de filas de espera, y diseño vial urbano