lunes, 5 de diciembre de 2005

Mario Hiriart Pulido fue reconocido, por sus virtudes, Siervo de Dios, paso previo a la Beatificación.

Hace exactamente un mes tuvimos la oportunidad de asistir al homenaje que le rendía la Municipalidad de La Florida, al Siervo de Dios Mario Hiriart, Antiguo Alumno Marista, con asistencia de autoridades y parlamentarios. El Alcalde lo declaró póstumamente Hijo Ilustre de la Comuna, por encontrarse en ella el Santuario de Schoenstatt, donde Mario pidió ser sepultado. Hizo todos sus estudios en el Instituto Alonso de Ercilla de Santiago. Allí fue germinando la semilla de su inmensa fe y amor a Dios.

Su cercana vinculación con sus profesores le permitió, además, ir generando un profundo amor a la Buena Madre, que fue el centro de su vida espiritual en el resto de su corta existencia. En 1965 decidió incorporarse como miembro de los Hermanos de María, uno de los institutos seculares de Schoenstatt. Estos integrantes se consagran al estado laical en una vida comunitaria y virginal, preocupada exclusivamente de servir a Dios y amar a todos los seres humanos, sin distinción. El secreto de todo cuanto pudo realizar e intentar en su vida reside en su intensa vida espiritual y en las fuerzas que recibe al unirse con Dios a través de ella. Su oración frecuente y recogida, su participación en la Eucaristía, su filial vinculación a María, constituyen las claves de una inagotable actividad. Debemos perfilarlo, con todo orgullo, como un hermano nuestro, Marista a cabalidad, rumbo a los altares.

5 de Diciembre de 2005.
Familia Marista